Un aperitivo de lo mas chic, si se me permite una expresión tan trasnochada… Hacerlo es facilísimo, solo necesitas tiempo para que la gelatina endurezca y como veis, queda muy resultón. Además de con el Martini, se puede hacer con otras muchas cosas: gazpacho, Bloody Mary…
Yo, al final he encontrado unas cubiteras con una forma que me gusta pero hasta llegar aquí, he usado desde las hueveras de huevos de codorniz hasta unos moldecillos muy monos que compre en Ikea.
Ingredientes:
Aceitunas verdes, guindas, cebollitas en vinagre…cortadas por la mitad
100 ml Martini dulce o seco, al gusto
Un chorrito de ginebra
3 hojas de gelatina (6 gramos en total)
Deshacer la gelatina en agua fría y escurrirla.
En un cazo, poner el Martini con la ginebra y calentarlo hasta 25º (con un termómetro de cocina, es fácil, pero si no tienes, es solo darle un calentón para que se deshaga la gelatina. No tiene que hervir porque, además de que se puede encender, perdería todo el alcohol y no es eso lo que queremos)
Retirar del fuego y añadir la gelatina. Mezclar bien hasta que se disuelva.
Poner la media aceituna, guinda o cebollita en el molde y llenar con la mezcla de Martini, ginebra y gelatina. Meter 1 hora al congelador y las horas necesarias en la nevera hasta que esté bien sólido.
Desmoldar y servir justo antes de comerlo.
«Buenisssssmo»