Esta es una receta clásica que hay que «despertar» un poco, con especias, picante, salsas un rebozado o algo un poco diferente. A mi, me siguen pareciendo buenísimos y una muy buena opción como aperitivo: me recuerdan al verano, a las cenas con amigos en la terraza y eso ya me va apeteciendo.
20 huevos de codorniz
½ kg carne picada de ternera
½ kg carne de cerdo
1 cebolla, picada y sofrita
mezcla de especias al gusto: salvia, tomillo, pimentón, semillas de apio, mezcla de ajo y hierbas de Old Bay, pimienta, sal….
1 C tomate frito casero
huevos para la mezcla de la carne (unos 2)
huevos para rebozar (unos 2)
pan rallado
panko
harina
aceite para freír
Poner los huevos en un bol que aguante agua hirviendo. Poner agua a hervir. Cuando hierva, echarla encima de los huevos y contar 2 min. Pasados los dos min, sacar inmediatamente los huevos del agua hirviendo y meterlos en agua fría. Dejarlos un rato, incluso debajo del grifo, para parar la cocción (asi conseguimos que no estén hechos del todo cuando los comamos). Pelarlos con muchisimo cuidado (ayuda hacerlo debajo del grifo de agua fría) y reservar.
Hacer la mezcla de la carne con las dos carnes, las especias, la cebolla, el tomate y dos huevos. Remover bien hasta que quede completamente mezclado.
Pasar los huevos duros por un poco de harina para que se pegue la carne y formar las bolas con cuidado de no reventar los huevos.
Rebozar con huevo, pan rallado, huevo y, por último, panko. Freír con aceite que no este demasiado caliente para que la carne se haga por dentro también.
Se pueden hacer al horno y quedan bien, aunque los huevos saldrán totalmente cuajados.
Servir con una buena ensalada y alguna salsa: tomate casero, mostaza, soja, barbacoa…